Origen del nombre de las Orquídeas
Cabe señalar que el origen de su nombre data de aproximadamente el siglo V a.C., en donde
el filósofo griego Teofrasto nombró "Orchis" (ορχις) a la flor, palabra que hace referencia a los
testículos.
El erudito, que escribió el primer tratado sistemático de botánica farmacológica, dio este nombre a
la planta al notar que presentaba dos tubérculos redondeados en la base de sus raíces, los cuales
se asemejaban mucho a los testículos de los varones. Esto originó el actual nombre de "orquídea"
con el que es conocido este grupo de flores.
Historia de las Orquídeas Tras la primera datación de la orquídea en el siglo V a.C. en el libro "De historia plantarum
" del filósofo Teofrasto, se puede reconocer nuevamente el nombre de la flor en las citas de
Dioscórides sobre botánica en el siglo I d.C. Las referencias griegas no terminan aquí, pero se
encuentran también menciones de la orquídea en la antigua China, aproximadamente en el siglo
XI. La flor, por su forma que se asemeja a la de los órganos sexuales, adquirió popularidad entre
las mujeres, siendo un símbolo de fertilidad que era obsequiado a las féminas que querían tener hijos.
Historia de las Orquídeas En América pre conquista se reconoció a la orquídea por su variante
Vanilloideae, la cual abarca hasta 70 especies, entre ellas, la vainilla. Los aztecas usaron esta flor para
crear bebidas fragantes y alimento que contenía también cacao y café.
Historia de las Orquídeas Las orquídeas llegaron apenas unos siglos después a las Indias occidentales gracias a la labor de
evangelización de los jesuitas, quienes ingresaron la flor a esta zona desde Europa.
Historia de las Orquídeas Las primeras clasificaciones de la orquídea datan recién del siglo XVIII
cuando el botánico Carlo Linneo de Suecia escribió al respecto en su compendio "Species plantarum
". La popularidad de la flor siguió creciendo, siendo incluso objeto de estudios de especialistas como
Charles Darwin que se interesó especialmente por su proceso de reproducción.
Historia de las Orquídeas A partir del siglo XIX, el trabajo de los expertos se centró en encontrar y
catalogar las especies de orquídeas en el mundo, poniendo énfasis en sus características y
diferencias. Durante los últimos años, los avances científicos han permitido también crear variedades
hibridas de la flor que se adapten a las zonas no tropicales, a fin de mantener las especies vivas y
protegerlas de la depredación de los hombres.
Características de las Orquídeas
Los cambios que ha sufrido la orquídea en los últimos años por su migración y adaptación han
ocasionado que la flor adquiera particularidades en cada especie. Sin embargo, existen una serie
de características que destacan en todas ellas.
Por lo general, las orquídeas tienen tres sépalos, dos pétalos y un labelo que sirve para atraer a los
polinizadores. Su forma permite que las abejas y los otros insectos puedan posarse cómodamente
en él. La estructura reproductiva de la orquídea forma una columna, fusionando sus principales partes.
El polen está cerca, unido a los polinios.
Con lo que respecta al fruto, este es una capsula que contiene en su interior muchas semillas
pequeñas de la flor, lo que permite que esta se extienda rápidamente en un territorio.
Al florecer, llama la atención que la orquídea gira 180 grados antes de abrirse para exponer totalmente
el labelo a los polinizadores. Esto se conoce como resupinación y está altamente documentado por
los investigadores por el curioso proceso que forma.
Las orquídeas, a diferencia de otras flores, son productoras de néctar, sustancia cotizada por los
polinizadores. Esto asegura a la planta su reproducción incluso en situaciones adversas. Por otra parte,
las especies de orquídeas que no producen néctar son autógamas, es decir, no necesitan polinizadores
para producir semillas y continuar con la especie. Por todo esto, esta flor se mantiene vigente en casi
todo el globo.
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