Origen
Las dalias son originarias de los altos valles de naturaleza
arcillo-silícea de México. El nombre de "dahlia" que le fue dado
recuerda al botánico Andreas Dahl, alumno de Linneo. Esta planta fue
introducida en Europa por los españoles con la esperanza de utilizar sus raíces
carnosas con fines alimentarios, como lo hacían los aztecas, la planta apenas
se aproximó a aquella ilusión culinaria.
En Bélgica se obtuvieron las primeras plantas de carácter
ornamental con flores grandes y dobles, estas plantas rápidamente se propagaron
por todo el continente, siendo las preferidas de la corte de la reina Victoria.
Por el contrario, dos siglos de cultivo, selección e hibridaciones la han
convertido en una de las especies ornamentales que ofrecen mayor diversidad de
tamaños, formas y colorido de las flores.
Morfología
La dalia pertenece a la familia Asteraceae. Las dos
principales especies son Dahlia pinnata Cav. y D. coccinea Cav. Es una planta
herbácea, con raíces carnosas llamados impropiamente tubérculos Dahlia pinnata
Cav. es una planta perenne de más de un metro de altura, con tallos rojizos o
púrpura; las hojas son opuestas, simples o pinnadas, con folíolos ovados o
elípticos, acuminados, aserrados o dentados, pubescentes o estriosos en los
nervios. Las dalias poseen unas hojas de forma triangular, de margen
denticulado y una nerviación unifoliada.
El color del follaje es verde pálido, careciendo de un
brillo especial. La dalia es una planta que la podemos encontrar con diferentes
tamaños desde plantas con una altura de 30 cm hasta plantas de más de 1,2 m. Es
una planta que desarrolla una ramificación desordenada, solamente dirigida por
los rayos solares, pero forma una mata densa, con un gran número de hojas. Las
cabezuelas son radiadas teniendo un diámetro de hasta 15 cm, son erectas o
inclinadas, con flores liguladas muy variables de color púrpura claro, amarillo
o rosa en la base. Las flores son de disco y en ocasiones son sustituidas por
flores liguladas fértiles o estériles.
Multiplicación
Semilla, se emplea para la obtención de nuevos cultivares
después de la hibridación, efectuadas en recipientes en marzo y para la
producción de plantas en macizos. Resulta difícil y es un sistema usado
solamente por los floricultores que se dedican a la obtención de nuevas
variedades.
Se siembran en macetas con tierra vegetal mezclada con
arena, que se ponen en invernadero a una temperatura de 15ºC. Las plantas
nacerán dos semanas después, podrán trasplantarse luego a otros recipientes
mayores, dejando entre una y otra unos 5 cm, y cuando tengan cuatro hojas se
trasplantan por segunda vez. A partir del mes de mayo podrán trasplantarse
definitivamente a plena tierra, dejando entre ellas unos 80 cm de separación.
Florecen generalmente en el mismo año. En noviembre, cuando termina la
vegetación, deben arrancarse las plantas y guardar el tubérculo en un local
seco.
Esquejes, se trata de separar, de los tubérculos principales,
los brotes de la vegetación originaria. Tiene lugar de febrero a abril. Primero
se realiza la puesta en cultivo de los tubérculos en invernaderos en
enero-febrero sobre camas calientes a 15-20ºC, en un sustrato de turba y arena
a partes iguales. Se sacan los esquejes de 5 a 10 cm del tubérculo madre con
una navaja desinfectada. Los esquejes son colocados en invernaderos, en
bandejas o en macetas del 7 a una temperatura de 18ºC en una mezcla terrosa
bastante rica (turba enriquecida). Se regarán periódicamente en forma de
lluvia, para que la tierra se mantenga húmeda. El enraizamiento tiene lugar en
dos o tres semanas (de 20-60 esquejes por tubérculo en 2 ó 3 meses). Las
plantas obtenidas son por lo menos pinzadas una sola vez.
División de tubérculos, la multiplicación por división de
los tubérculos, es la más simple y fácil de practicar y tiene la ventaja de que
la planta se revigoriza. La dalia está provista de un cierto número de
tubérculos subterráneos, cada uno de los cuales tiene su correspondiente yema
en la parte carnosa. Cuando se procede a la división del tubérculo hay que
asegurarse de que cada porción tenga la correspondiente yema, ya que de no ser
así le sería imposible la reproducción. La división de los rizomas debe hacerse
en el mismo momento de efectuar la plantación. La puesta en cultivo se realiza
a finales de marzo en invernadero en un sustrato ligero y húmedo. Se aclararán
los troncos conservando al menos un esqueje del cuello por elemento de
tubérculo.
Cultivo in vitro, se efectúa a partir de meristemos.
Particularidades del cultivo en maceta
Para obtener dalias en maceta se pueden producir con
variedades enanas desarrolladas a partir de semillas o emplear tubérculos de
variedades propagadas vegetativamente disminuyendo su tamaño mediante
retardantes del crecimiento.
Para las variedades de semilla, se requiere entre 8 y 12
semanas desde la siembra a la floración. La época en la que más fácilmente se
cultivan es de febrero a mayo. La temperatura de cultivo debe oscilar entre
18-20ºC. Las plantas soportan muy mal temperaturas por debajo de 9ºC.
Para las plantas reproducidas a partir de raíces tuberosas
necesitan unas 6 semanas. Se suelen utilizar macetas de 20 a 25 cm. Se darán
tratamientos con fungicidas en el momento de plantar para evitar podredumbres.
El sustrato a utilizar puede ser una mezcla 1:1:1 de tierra
esterilizada, turba y perlita. Es conveniente que la turba esté enriquecida en
potasio, ya que la dalia tiene un elevado consumo de este elemento, debido a su
gran capacidad de floración. Puede emplearse un abono de lenta liberación o
aplicar fertirrigación a razón de 100 ppm de un abonado equilibrado 2:1:2. La
luz debe ser elevada, entre 30.000 y 50.000 lux, evitando una subida excesiva
de las temperaturas.
Plagas y enfermedades
Pulgones (Myzus persicae), las ninfas y los adultos chupan
la savia, causando un daño que puede ir desde el amarillamiento de las hojas y
debilitamiento, hasta la muerte de las plantas. Más importante que el daño
directo por succionamiento de la savia se presenta el daño indirecto, invisible
en el momento de la infección, por transmisión de virus.
Control -Se darán tratamientos cuando se aprecie el inicio
de los ataques.
Enfermedades
Carbón blanco (Entyloma dahliae). Esta enfermedad provoca
manchas circulares sobre las hojas (hasta 1 cm de diámetro), redondas,
elípticas o angulares en los híbridos de dalia. Las manchas cambian de color
desde el pálido hasta el pardo cuando maduran.
El modo de controlar esta enfermedad es la retirada de las
plantas enfermas del área de cultivo, ampliar el espaciamiento de las macetas
de dalia y realizar tratamientos con Maneb y Captan.
Marchitez (Fusarium sp.). La planta afectada por esta
enfermedad no se desarrolla, pierde calidad y muere. Los síntomas comienzan por
un cambio de coloración de las hojas más viejas. Los tejidos internos se tornan
de color café rojizo, daño que se extiende hacia la parte superior de la
planta. Esta enfermedad se disemina rápidamente en el invernadero por los
movimientos de suelo, plantas, esquejes, tubérculos, agua de riego y rastrojos
de plantas enfermas.
Su modo de control es lento y costoso, pues el hongo produce
estructuras de resistencia que permanecen en el suelo por mucho tiempo, se
aconseja el uso de semilla y material vegetal sano, la recolección de todas las
plantas infectadas y el adecuado manejo del riego.
Bacteriosis
Agrobacterium tumefaciens: produce tumores en los
tubérculos. Corynebacterium fascians: produce agallas en las hojas. Erwinia
chrysanthemi: es la bacteria más peligrosa y produce podredumbre de los
tubérculos. Puede conducir en los cultivares sensibles hasta un 80% de pérdidas
durante el período de multiplicación en invernadero.
El modo de controlar esta enfermedad es desechar las plantas
afectadas así como la desinfección de las herramientas de trabajo y las manos
después de haber manipulado las plantas enfermas, mantener el follaje seco y
evitar heridas.
Virus del mosaico del pepino o Cucumber Mosaic Cucumovirus
(CMV)
Numerosos cultivos florales muestran espectaculares síntomas
cuando son infectados por CMV, pues este virus está distribuido a nivel mundial
y cuenta con numerosos áfidos vectores que le hacen ser el más polífago de los
fitovirus. En el caso de la dalia provoca un mosaico internervial.
El modo de control es que se debe proceder a la extracción
de las plantas que presenten los primeros síntomas y la eliminación de las
malas hierbas dentro y fuera del invernadero.
Virus del mosaico de la dalia o Dahlia Mosaic caulimovirus
(DMV)
Los síntomas que produce este virus varía en función de los
cultivares y el período considerado. Se pueden observar modificaciones en la
pigmentación a nivel de las nerviaciones, aclaramientos de color amarillo brillante
y marcas de color verde oscuro en las nerviaciones. Las hojas se desarrollan de
forma irregular y asimétrica y se retuercen. También puede reducirse el
crecimiento de los entrenudos, dando a la planta un aspecto enano. Este virus
es transmitido por pulgones.
El modo de control es eliminar las plantas infectadas para
evitar el contagio a las demás por parte de los pulgones, realizar tratamientos
químicos para el control de los áfidos vectores, realizar controles visuales y
test de ELISA